Lo más importante en la vida es emitir jucios a priori sobre todas las cosas. Parece ser, en efecto, que las masas están equivocadas y que los individuos siempre tienen razón. Hay que abstenerse de deducir normas de conducta al respecto, pues no necesitan ser formuladas para que alguien las siga. Sólo dos cosas son importantes, el amor, en todas sus formas, con chicas bonitas, y la música de Nueva Orleans o de Duke Ellington.
De La espuma de los días, de Boris Vian.
Resfriado a la sevillana
Ingredientes
- Un buen manojo de poesía presentada en píldoras de ingestión oral.
- Litros de cerveza a voluntad.
- Demasiados cigarrillos propios y ajenos.
- Pitillos de la huerta del abuelo.
- Bebidas alcoholicas de diversas marcas y procedencias desconocidas. Cava.
- Jamón Serrano. Café. Tomate. Paté. Roscón de reyes.
- Horas de música en directo y/o en CD, de vieja cosecha y seleccionada por el inconsciente colectivo.
Elaboración
1. Abrir las botellas de cerveza con la culata de un mechero. Regar abundantemente con ellas la poesía.
2. Rehogar la mezcla y aderezar los silencios con sentido del humor.
3. Añadir constantemente los cigarrillos. Flamear.
4. De manera aleatoria, a discrección, espolvorear el jamón serrano.
5. Introducir el guiso obtenido en un salón reducido. Ahumar.
6. Mantener la cocción a música lenta de guitarra, toda la noche y condimentado con pitillos.
7. Añadir asiduamente alcohol, y en última instancia, cava.
8. Degustar durante dos días con orgullo. Para ello, se debe endulzar el plato con café, y sazonar los restos que pudieran sobrar con tomate, paté y/o roscón de reyes.
Se debe servir en buena compañía, preferiblemente en nocturnidad alevosa. Un resfriado surgirá en las fosas nasales al poco de la ingestión. Es señal de que el plato ha sido elaborado correctamente.
Buen apetito.