Hace un año del tsunami que devastó el sureste asiático. Benedicto XVI clama por la paz. Grupos palestinos prometen ataques coordinados contra Israel. Postergan la cirugía de Di Stéfano. China anuncia una nueva vacuna para aves contra el virus de la gripe aviar. Chad declara la guerra a Sudán. Los abortos practicados en España subieron un 6,5% en 2004.
Entre las partículas de cacao instántaneo del vaso de leche que estoy tomando antes de irme a dormir (rutina de viejo de 25 años), hay densos hilos de miel, que he vertido para proteger mi garganta. Casi no se notan. Entre las noticias de hoy, hay una que me resulta más densa, más dificil de tragar que las otras. Pero seguro que al leerlas no lo han notado. A mi también me pasaba. Los paises esos de ahí abajo se declaran guerras todo el tiempo, a quién le importa. Hasta que descubres que allí abajo vierten su vida - miel - personas que han bajado para proteger, sin balas, miles de gargantas. A costa de jugarse la suya.
No es algo que se digiera fácil, por mucho que se mezcle.
A los ingenios inventivos llaman en lengua toscana caprichosos, por la semenjanza que tienen con la cabra en el andar y el pacer. Ésta jamás huelga por lo llano; siempre es amiga de andar a sus solas por los riscos y alturas, y asomarse a grandes profundidades; por donde no sigue vereda alguna ni quiere caminar con compaña. Tal propiedad como ésta se halla en el alma racional cuando tiene un cerebro bien organizado y templado: jamás huelga en ninguna contemplación, todo es andar inquieta buscando cosas nuevas que saber y entender.
Juan Huarte de San Juan, psicólogo del siglo XVI.
Vía: Diccionario de los sentimientos, José Antonio Marina y Marisa López Penas.
Siempre me ha parecido que mi ánimo tenía mucho que ver con el de un macho cabrío. Con un verdadero cabrón, vaya.
Buenas noches a todos.
Tomando como base ron y cola se puede hacer un "cubata" combinando las proporciones adecuadas:1(cubata)=1/3(ron)+2/3(cola)
¡Lo he encontrado por casualidad hojeando un libro de Matemáticas de 2º de B.U.P.! No comprendo, de verdad que no puedo comprender por qué se me dieron siempre tan mal las matemáticas. Pero ahora sé por qué se me dan tan bien los botellones.
Buenas noches a todos.